Ayer se conmemoró el Día Mundial de la Trombosis como una forma de sensibilizar a la población del impacto que tiene la enfermedad tromboembólica venosa (TEV), al representar la primera causa de muerte prevenible en pacientes hospitalizados.
La TEV abarca dos distintas condiciones médicas importantes: el tromboembolismo venoso profundo (TVP) y el embolismo pulmonar (EP). El primero se origina cuando se forman coágulos dentro de las venas profundas de la circulación, más a menudo en extremidades inferiores.
Estos coágulos tienden a quedarse cierto tiempo en el lugar donde se forman, pero con el tiempo pudieran migrar hacia otras áreas, produciendo complicaciones.
Juan Tejada, gerente médico del laboratorio farmacéutico Sanofi, explicó que no debe confundirse con la tromboflebitis superficial o las conocidas “arañitas”, que son propias de la circulación venosa superficial.
La segunda condición médica es el embolismo pulmonar (EP), la cual se refiere al bloqueo repentino que ocurre en los vasos sanguíneos de los pulmones y, usualmente, es un coágulo que migra del sistema venoso profundo hacia la circulación pulmonar. “El embolismo pulmonar es una condición que puede llegar a ser fatal si no se trata a tiempo y de manera adecuada. Se caracteriza por tos, dolor u opresión torácica asociada a dificultad para respirar o respiraciones cortas, sudoración, palpitación y aceleramiento de los latidos cardiacos”, dice.
Atención con los pacientes hospitalizados
El tromboembolismo venoso profundo (TVP) representa mundialmente la mayor causa de morbimortalidad y la tercera causa de enfermedad cardiovascular después del infarto del miocardio y el infarto cerebral. Un 60% ocurre posterior a la hospitalización si no se le da un tratamiento adecuado desde el inicio.
Las estadísticas en salud refieren que ocurren alrededor de 10 millones de casos cada año en todo el mundo y se estima que la incidencia de TVP es de 1- 2 por 1.000 habitantes por año.
Los factores de riesgo que pueden llevar a que un paciente desarrolle un TVP pueden ser diversos.
“Tenemos algunos casos donde pacientes tienen enfermedades de base, como por ejemplo deficiencia en algunas proteínas y factores importantes para el correcto funcionamiento de los componentes sanguíneos.
Sin embargo, existen factores adquiridos potencialmente de riesgo para desarrollar un TVP: edad avanzada (60 años), obesidad, inmovilización, hospitalización prolongada, trauma, cirugías mayores, uso de contraceptivos orales o terapia de reemplazo hormonal, pacientes con cáncer, embarazo, fumar y viajes prolongados. El tromboembolismo puede tener o no síntomas.
Retos
Zonas Libres de trombosis en hospitales de Centroamérica, el Caribe y Ecuador permitirán estandarizar protocolos que permitan evaluar a los pacientes.
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