El presidente estadounidense Donald Trump aborda el avión presidencial el viernes 2 de agosto del 2019 en la Base Aérea Andrews en Maryland.
menos de un día, el presidente Donald Trump seguía encerrado en su club de golf en Nueva Jersey, lanzando tuits de apoyo extrañamente mezclados con la promoción de un evento de lucha.
Trump regresará a Washington el domingo en la noche y hablará con reporteros, según indicaron sus asesores. Sin embargo, la nación no vio al presidente tras la balacera en El Paso, Texas, en la que murieron al menos 20 personas y, horas después, una en Dayton, Ohio, en la que sucumbieron cuando menos nueve.
Trump, quien nunca se ha visto cómodo en el papel de estadista que consuela a un país en duelo, será observado cuidadosamente por su respuesta, especialmente luego que la policía informó que el atacante de El Paso escribió un manifiesto con lenguaje antiinmigrante.
Muchos han comparado a Trump con sus predecesores en el cargo que han tratado de sanar las heridas del país en momentos de trauma nacional.
En las últimas semanas, el presidente ha enviado tuits racistas contra cuatro legisladoras que son de minorías étnicas, y en sus concentraciones ante multitudes habla de una “invasión” de inmigrantes a través de la frontera sur.
Su estrategia reeleccionista parece centrarse en azuzar los odios raciales para animar a su base de seguidores nacionalistas, una estrategia nunca vista en un presidente de Estados Unidos en la era moderna.
Trump también ha sido ampliamente criticado por ofrecer una equivalencia falsa al referirse a la violencia con móviles racistas, especialmente cuando dijo que había “personas buenas en ambos bandos” después de un mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en el que falleció un manifestante opuesto al racismo.
Probablemente las balaceras complicarán esa estrategia, y los demócratas que están en campaña para obtener la presidencia e impedir así que Trump sea reelegido culparon rápidamente al mandatario.
“Uno cosecha lo que siembra, y él está sembrando semillas de odio en este país. Esta cosecha de violencia derivada del odio que estamos viendo en estos momentos yace a sus pies”, dijo el senador Cory Booker en la cadena NBC. “Él es el responsable”.
Asesores en la Casa Blanca dicen que el presidente ha estado recibiendo actualizaciones sobre los dos tiroteos.
“El FBI, así como la policía local y estatal están trabajando en conjunto en El Paso y en Dayton, Ohio”, tuiteó Trump el domingo por la mañana. “Dios bendiga a la gente de El Paso, Texas. Dios bendiga a la gente de Dayton, Ohio”.
Su primer tuit tras la balacera de El Paso el sábado iba en la misma línea, y en él Trump afirmaba que había sido “terrible” y prometía todo el apoyo del gobierno federal. Pero tan sólo 14 minutos después volvió a tuitear, esta vez una publicación discordante en la que le deseaba buena suerte a Colby Covington, peleador de la UFC y partidario de Trump, en su pelea esa noche.
Poco después retuiteó un par de publicaciones de afroestadounidenses partidarios suyos en los que se dan testimonios de que las políticas de Trump han ayudado a los electores negros, a pesar de que en los sondeos el mandatario tiene un nivel de aprobación muy bajo entre los ciudadanos de esa raza.
tomado de el diario libre
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