un 14% de los alimentos se pierden desde su cosecha hasta su distribucion
Alrededor de un catorce por ciento de los alimentos se pierden desde la etapa posterior a la cosecha hasta su distribución, según un informe publicado hoy por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO se centra asà en las pérdidas alimentarias, pero no en los desperdicios que se producen de la fase minorista a la del consumo y que mide otro indicador en fase de elaboración.
Según cÔlculos previos, si se suman ambos conceptos, un tercio de los alimentos producidos cada año en el mundo (1.300 millones de toneladas) se pierde o se desperdicia.
El subdirector general para el Desarrollo económico y social de la agencia, MĆ”ximo Torero, precisó a Efe que por primera vez se dispone de una herramienta que permite evaluar el progreso en tĆ©rminos de reducción de pĆ©rdidas de alimentos, aunque todavĆa se necesita mĆ”s información.
“Lo principal es identificar dónde estĆ”n las pĆ©rdidas antes del por menor y buscar las mejores soluciones, siempre pensando en un anĆ”lisis coste-beneficio y en lo que va a ganar el productor”, dijo Torero, que instó a dar incentivos para que los mercados operen de mejor forma.
Una de las metas incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible va dirigida a reducir las pƩrdidas de alimentos y disminuir a la mitad los desperdicios para 2030.
El informe seƱala que las pĆ©rdidas dependen mucho del producto o del paĆs donde se generan. Por ejemplo, suelen ser mayores en frutas y verduras que en cereales y legumbres, especialmente cuando el almacenamiento en frĆo o el procesamiento son inadecuados.
Según el estudio, resulta mÔs efectivo cambiar de dieta que reducir las pérdidas y desperdicios cuando se trata de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para esto Ćŗltimo, Torero argumentó que conviene incidir en la parte de los desperdicios porque el producto “ya pasó por toda la cadena, acumuló todas sus emisiones y va a tener mĆ”s retorno”, mientras que si el objetivo es mejorar el uso de los recursos naturales y aumentar la disponibilidad de alimentos hay que actuar en el terreno de las pĆ©rdidas.
Según cÔlculos previos, si se suman ambos conceptos, un tercio de los alimentos producidos cada año en el mundo (1.300 millones de toneladas) se pierde o se desperdicia.
El subdirector general para el Desarrollo económico y social de la agencia, MĆ”ximo Torero, precisó a Efe que por primera vez se dispone de una herramienta que permite evaluar el progreso en tĆ©rminos de reducción de pĆ©rdidas de alimentos, aunque todavĆa se necesita mĆ”s información.
“Lo principal es identificar dónde estĆ”n las pĆ©rdidas antes del por menor y buscar las mejores soluciones, siempre pensando en un anĆ”lisis coste-beneficio y en lo que va a ganar el productor”, dijo Torero, que instó a dar incentivos para que los mercados operen de mejor forma.
Una de las metas incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible va dirigida a reducir las pƩrdidas de alimentos y disminuir a la mitad los desperdicios para 2030.
El informe seƱala que las pĆ©rdidas dependen mucho del producto o del paĆs donde se generan. Por ejemplo, suelen ser mayores en frutas y verduras que en cereales y legumbres, especialmente cuando el almacenamiento en frĆo o el procesamiento son inadecuados.
Según el estudio, resulta mÔs efectivo cambiar de dieta que reducir las pérdidas y desperdicios cuando se trata de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para esto Ćŗltimo, Torero argumentó que conviene incidir en la parte de los desperdicios porque el producto “ya pasó por toda la cadena, acumuló todas sus emisiones y va a tener mĆ”s retorno”, mientras que si el objetivo es mejorar el uso de los recursos naturales y aumentar la disponibilidad de alimentos hay que actuar en el terreno de las pĆ©rdidas.
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